Buenos días, amigos. El verano ha venido a instalarse y suben las temperaturas, así que hoy os ofrecemos una receta fresquita.
Curiosidades Gastronómicas... El nombre de sangría hace referencia a su color y su parecido con la "sangre". El término parece provenir de la palabra inglesa sangaree, y a su vez, los etimólogos anglosajones atribuyen el origen de la palabra sangaree al castellano “sangría”. La sangría era llamada “limonada del vino” en algunas colonias españolas de América.
Su origen, si bien parece bastante confuso, apunta a la primera década del siglo XIX. Existen sin embargo, otras tesis que apuntan el origen de la sangría a las Antillas (cuando eran colonia británica a finales del siglo XVIII). Así pues, mientras los ingleses la llamaba sangaree, los franceses la llamaba sang-gris. En el año 1788 el padre Esteban Torres indicaba en su Diccionario del castellano que la sangría era una “bebida inventada por los ingleses que se toma mucho en las colonias inglesas y francesas de América”.
Los ingredientes básicos de la sangría no se encuentran fácilmente en todos los países Mediterráneos, con excepción de España, donde crecen en abundancia. Así es como la tradición sobrevivió y como se le dio a la sangría su origen español. En algunas partes meridionales de España, a la sangría se le conoce como zurra y a los trozos de melocotón como duraznos. ¿Y con qué podemos combinar esta deliciosa sangría amigos? Está claro...¡con unas suculentas tapas! Nuestra propuesta: Tapas de Guisantes con Jamón. Una combinación de sabores que a buen seguro nos harán sonreír a la vida con más entusiasmo.